Esta semana, te cuento, me invitaron a dar una charla en Diálogo Latinoamérica, una compañía de comunicación social que se encarga de salir todos los días a las calles para conectar personas con ONGs en todo el mundo como UNICEF y Save The Children. La labor de estos chicos y chicas me parece admirable, ni el sol ni la lluvia logra alejarlos de su objetivo: ayudar a cambiar la vida de miles de niños. Y para conseguir sus metas se enfocan en hacer de la actitud su mejor aliada, te lo digo por experiencia. Así que me sentí muy honrada cuando me pidieron que hablara sobre actitud desde la perspectiva del coaching, acá te dejo lo que estuvimos platicando.
Las preguntas más frecuentes que trabajo con mis coachees durante su programa de acompañamiento emocional son: ¿cómo mantener la motivación en el trabajo?, ¿qué hacer cuando “ya no puedes más?, ¿cómo conseguir una actitud constructiva frente a los “problemas” o situaciones que presenta la vida? y ¿qué hacer para “cambiar” de actitud cuando reconozco que ésta no me está funcionando? La verdad, es que la única respuesta que yo encontrado es: siendo responsable. Aha…¿y eso cómo se hace? Desde mi perspectiva para ser responsable de tu actitud lo primero que necesitas es ejercitar tu habilidad de respuesta frente a la vida. Así que a continuación te dejo una lista de tips o pequeños recordatorios que a mi me han funcionado en el camino.
La intención más profunda es que poco a poco, con calma, sin prisa y con mucho amor dejes de reaccionar y te des la oportunidad de elegir quién quieres ser frente a la vida.
Recuerda:
¡NADA TE FALTA!: reconócete a ti misma como la mujer empoderada, bella, exitosa y por sobre todo completa que ya eres ahora.
¡LIBÉRATE DE LA HIPOCONDRÍA EMOCIONAL!: deja de lado los “por qués” la única respuesta es ¡porque en el Universo todo es perfecto!
¡SUELTA LA NECESIDAD DE TENER LA RAZÓN! : busca la verdad y lo auténtico en cada situación y nunca te olvides de ser curiosa.
LOS DEMÁS TAMBIÉN HACEN LO MEJOR QUE PUEDEN CON LO QUE TIENEN: los que te rodean también están completos, nada les falta y seguramente, al igual que tú, hacen lo mejor que pueden con lo que tienen.
OLVÍDATE DE LOS “DEBERÍA/ NO DEBERÍA”: deja de ser víctima de las situaciones o de lo que otros hacen o dejan de hacer.
¡NO TOMES NADA PERSONAL!: las cosas pasan no “te pasan” y las personas hacen y dicen no “te dicen” ni “te hacen”. Decide qué calidad de intérprete quieres ser.
¡NO TE OLVIDES DEL HUMOR!: reconoce tu drama, juicio o crítica con humor y abraza el sentimiento. Recuerda que no eres ni lo que piensas, ni lo que sientes.
RECUERDA QUE LA VIDA ES UN LUGAR LLENO DE MILAGROS : ¿cuántos detalles mágicos te has perdido por vivir en tu película mental?
SE HUMILDE Y PREGÚNTATE: ¿dónde estás parado frente a la vida?, ¿qué más puedes aprender? y ¿qué es lo que no estás pudiendo ver en este momento?
PERMITE QUE LAS COSAS SALGAN JUSTO COMO NO LAS PENSASTE: reconoce el orden divino de las cosas y pregúntate el ¿para qué?.
VIVE EN EL PRESENTE: reconoce que tú decides quién quieres ser a cada momento. Acá te dejo un ejercicio.
CREA UN PLAN DE ACCIÓN: pide, declara, practíca, busca, comprométete y aprende.
¡Y NO TE OLVIDES DE DESCANSAR!: suelta la idea de control, miedo o frustración y desde la confianza permítete co-crear con el Universo.