top of page

Envíos gratis en compras a partir de $1,500 - ¡Yo quiero mis Possibility Drops!

Sin temor a vivir


A aquellos que me leen constantemente les pido una disculpa por no haber escrito la semana pasada. Lo que sucedió fue que quería aprovechar el Día de Muertos y escribir sobre lo que la muerte significa para mi y ahí fue donde las ideas se me complicaron un poco.

No les puedo hablar de algo concreto porque sinceramente no sé si creo en la vida después de la muerte, no sé si cuando me pongan mi altar de verdad vendré a visitarlos o reencarnaré para seguir con mi propósito. No sé lo que pasará con mi alma cuando deje este cuerpo que la contiene y es en este momento que descubro que aún no le puedo dar un significado al hecho de morir. Y es por esto que decidí escribir sobre la vida.

Quienes me conocen saben que me fascinan las catrinas y los esqueletos. A los que no, les platico que tengo varios regados por mi hogar. Lo que muy pocos conocen es el significado que estos tienen para mí: no temer a la vida.

Se que suena extraño que les escriba sobre del miedo a vivir pues lo más común sería hacerlo sobre las sensaciones que produce saber que todos vamos a morir.

Estas semanas me di cuenta que la mente quiere certeza, la vida carece de ella y es ésta la raíz de nuestros más grandes miedos. La mente se enamora de lo conocido y para su suerte la vida es desconocimiento puro, no podemos estar seguros del momento siguiente. Es por esto que la mente comienza a querer afianzarse a algo y pasamos de ser amigo a novios, de novios a esposos, de empleados a jefes y de un título a otro, tratando que la vida vaya conforme a nuestra mente, a lo conocido.

La realidad es que la vida está en constante cambio y por más racional que la queramos vivir nunca tendremos la certeza para perder nuestros miedos. Entonces... ¿qué nos queda?

Aprender a vivir sin certeza, con soltura y sin apegos. Entendiendo que las cosas suceden para nosotros y no en nuestra contra, reconociendo que no tenemos el control y que aquello de lo que nos quejamos tanto en realidad está ahí porque de alguna forma u otra algo tenemos que aprender.

Dejemos de necesitar el reconocimiento como una certeza de que algo estamos haciendo bien y el cariño de otros como una manifestación para saber que somos dignos de ser amados.

Vivamos sin temerle a nuestra propia vida, entendiendo que no todo el peso está sobre nuestros hombros y que ese ser supremo, que yo llamo Universo y tú Dios, controla gran parte de nuestro existir para que nosotros no tengamos miedo.




Dejemos de pelear con la realidad, hagamos las paces con la falta de certeza y vivamos en paz.

3 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
bottom of page